miércoles, 18 de diciembre de 2013

EL PELIGRO DE NUESTRA EPOCA Y LA NECESIDAD DE VOLVERNOS A DIOS

Por: Armando Verbel Duque

Aun en la profundidad de la depravación y perversidad humana, la misericordia de Dios sigue vigente para aquellos que se rindan delante de Él, que se arrepientan y crean (CONTINUAMENTE), que se comprometan a obedecer su palabra y negarse a sí mismos, es decir, morir a la necesidad de satisfacer los nefastos deseos de su naturaleza pecaminosa, abandonar lo que Dios abomina y caminar en obediencia, santidad, integridad, rectitud y amor. Entonces qué esperas, por qué no llegas a los brazos de ese Dios de amor? por qué aun sigues llevando una vida que no es buena ante sus ojos?, esto no lo digo solo para aquellos que consideramos inconversos, también lo digo para aquellos "convertidos" que no viven conforme a lo que la Palabra de Dios enseña...
Recuerda algo tu que sabes de Dios (y que aun no lo has conocido, podemos saber y hablar cosas del Señor sin haber llegado a conocerlo a Él Isaías. 6), no existe tal cosa como los cristianos carnales (aunque el apóstol Pablo habla de eso en 1 Corintios. 3:1, no podemos escudarnos en un texto que la mayoría de veces se usa fuera de contexto para seguir haciendo las cosas como no debemos), no se puede nacer de nuevo y seguir obrando como antes, arrepiéntete, conviértete y cree en el verdadero evangelio, recuerda que Dios es Justo... Y su justicia está a la puerta.

No es mi intención ofender a nadie, solo recordar la importancia que tiene el estar consientes de cómo vivimos nuestro andar diario, de cómo nos manejamos en el camino del Señor, muchas veces comparamos nuestras actitudes con las de los demás “cristianos” y decimos que estamos bien, pero a la luz de las escrituras esa no es (ni debe ser) nuestra medida, nuestra medida debe ser tomada de acuerdo a la palabra de Dios, debemos comparar nuestro andar diario con los lineamientos escritos en la Biblia acerca de cómo debemos vivir para Dios.
Escribo esta corta reflexión con el ánimo de decirte querido hermano y amigo que estamos viviendo tiempos peligrosos, tiempos de los cuales el apóstol Pablo nos advirtió en 2 Tim 3: 1-8, tiempos donde no tenemos mucha sana doctrina, donde vivimos comparándonos con los demás “cristianos” y no comparamos nuestras vidas con lo escrito en la Biblia, tiempos en los cuales el mundo ha entrado sutil y hasta descaradamente en nuestras iglesias (y peor se ha vuelto a apoderar de nuestras vidas) y no decimos nada. Solo te invito a reflexionar en esto y a cada día vivir con el propósito de ser la persona que Dios quiere que seas, no esperes que otra persona te comparta los secretos de cómo vivir justa y piadosamente delante de Dios, no te conformes con las migajas que otros te puedan dar, la mesa está servida delante de ti y el plato principal es la Palabra de Dios, come de ella y descubre todas las cosas que El tiene preparadas para aquellos que le aman y que le buscan continuamente (esta debe ser la actitud de un verdadero cristiano hacia la presencia de Dios).

Oración: Amado padre celestial, te doy gracias porque a pesar de nosotros mismos aun sigues amándonos y mostrando tu misericordia, te pedimos en esta hora que seas tú abriendo nuestros ojos y dejándonos ver con claridad la verdadera condición de nuestra vida espiritual, y ayúdanos a cambiar y a vivir conforme a lo que Tu palabra nos enseña, en el nombre de Jesús lo pedimos, amén

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