miércoles, 18 de diciembre de 2013

ADORADOR PRIMERO, TRABAJADOR DESPUES

Por: Armando Verbel Duque

Todos estaríamos dispuestos a trabajar por el Señor, pero esto es un asunto de gracia por parte de Dios. Mi opinión es que no deberíamos preocuparnos en cuanto al trabajo por Dios hasta que aprendamos el significado y el deleite de adorarlo a Él. Un adorador puede trabajar con calidad eternal en su trabajo. Sin embargo, un trabajador que no adora es solamente un montón de leña, de heno, y hojarasca para cuando llegue el momento en que Dios envuelva al mundo en fuego. A.W.TOZER.
Es impresionante ver como la iglesia de hoy se ha enfrascado en solo trabajar por las almas (no estoy diciendo que sea malo) y ha dejado de lado la adoración a nuestro padre celestial. Por esta razón es más común ver “Cristianos” desnutridos espiritualmente, cansados y hasta resentidos con Dios porque han olvidado lo esencial: FUIMOS CREADOS PARA ADORAR A NUESTRO DIOS. Si volvemos a este principio “Adoración antes de Trabajo”, disfrutaremos más nuestra labor en la obra de nuestro padre.Recordemos lo que nos dice la Biblia en el libro del apóstol san Juan capitulo 4 versículo 23, todos recordamos esta historia de Jesús y la mujer Samaritana, pero quiero resaltar específicamente este verso: “Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren”. (Algunos me dirán pero ella salió enseguida a "predicar la palabra" [cosa que es falsa, ella no predicaba la palabra, testificaba de lo que habia vivido], pues el testificar hace parte de nuestra labor como recién convertido, pero es muy diferente al trabajo dentro de la iglesia al cual me refiero en este articulo). Notamos que la palabra es clara, el Padre busca adoradores, no obreros, pero con esto no quiero decir que no haremos nada en el cuerpo de Cristo (estaría desobedeciendo las ordenanzas escritas en la Biblia, todos nosotros hemos sido comisionados para un trabajo en común. Vea Mateo 28:18-20), sino que antes de salir a hacer ese trabajo debemos conocer a la persona para la cual estamos trabajando y aprender a deleitarnos en El.Tal vez tu tengas años de estar sirviéndole a Dios, tal vez aún no lo hagas, tal vez ya te has rendido, te has cansado, crees que el trabajo en el Señor ha sido en vano, déjame decirte amigo y hermano que el trabajo en el señor jamás será un esfuerzo perdido (1 Corintios 15:58), nuestra labor en la obra del Señor no debe ser una carga, por el contrario, debe convertirse para nosotros en un deleite. Así que te invito a poner en práctica lo que a través de esta corta reflexión hemos aprendido, “Pongámosle a nuestro trabajo en Dios una gran cantidad de adoración e intimidad con El y nuestra labor en su obra se nos convertirá en un gozo, en un deleite y en un privilegio” En conclusión tu y yo somos llamados por Dios para servir en su obra, pero antes de eso debemos adorarle (la adoración es mas que música, es un estilo de vida, teniendo como prioridad nuestra voluntad rendida bajo el señorío de Cristo), sin embargo antes de adorarlo debemos conocerle, tener intimidad con El, porque “no podemos adorar ni servir a alguien que no conocemos”. 

Oración: En esta hora mi amigo y hermano te invito a decirle a Dios con todo tu corazón: ¡Señor permíteme “atraparte”, así como un padre se deja alcanzar por su hijo jugando tiernamente, así déjame hacerlo contigo, quiero tener intimidad contigo, quiero conocerte, aprender a adorarte, para luego de esto poder trabajar para ti y deleitarme en hacerlo, no verlo como una carga sino como un privilegio, en el nombre poderoso de tu amado hijo Jesucristo te lo pido, Amén!



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